Viajé a Pacaya-Samiria a mediados
de octubre del 2016. La verdad es que nunca había escuchado ni leído sobre esta
reserva nacional de Iquitos, Perú. Es un lugar espléndido, lleno de maravillas
naturales, con un clima caluroso y gente muy amable. Llegué allí gracias a un
concurso de PromPerú, creo que era el tercer o cuarto evento de este tipo que
realizaban. Para ser parte del evento había que participar, durante un mes, de
un juego muy simple pero realmente agotador que consistía en recordar imágenes
de aves y luego ubicarlas en un escenario multicolor. Al final hubo más de
trescientos participantes de los cuales solamente fuimos ganadores del viaje seis
personas. Mi chica y yo fuimos parte de los ganadores. PromPerú nos trató muy
bien durante los tres días de duración del evento y contrató a empresas turísticas
bastante acogedoras. El arribo a Iquitos solamente se puede realizar por avión
o bote, no hay carretera que conecte Iquitos con otras ciudades. Nos hospedamos
en un hotel cómodo la primera noche, donde nos atendieron con buffet y cuartos
espaciosos. En realidad, todos los días hubo buffet para el desayuno y la cena.
Iquitos no es una ciudad muy grande, pero toda la naturaleza circundante hace
que sea un lugar digno de visitar.
El segundo día nos trasladamos al
distrito de Nauta, donde queda la reserva. Me parece que fue una hora y media
de viaje en bus y otros cuarenta y cinco minutos en bote para llegar hasta la
zona de amortiguamiento. Zona de amortiguamiento se denomina al lugar donde te
alojas, preparas todas las cosas para la actividad que realizarás y donde puedes
dar una caminata de reconocimiento del lugar. Aún hay personas indígenas de la
zona que hablan su lengua originaria, aunque están disminuyendo con el tiempo. El
Amazon lodge, donde nos hospedamos, tenía todo lo necesario para un buen
descanso y diversión. La comida es exquisita y, como está en el medio de la
selva, puedes disfrutar de todo el paisaje, la flora y fauna apenas llegas. Ese
día solamente se explicaron las bases del evento junto con la calificación que
definiría los resultados del concurso. No es necesario terma para bañarse porque
en Iquitos el agua siempre está tibia.
Al día siguiente, muy temprano,
empezó el concurso. Consistía en avistar o identificar la mayor variedad de
aves posibles según un registro brindado por la mañana. Cuando identificabas un
ave según su forma, color o canto, marcabas en la hoja que ya la tenías, algo
así como juntar figuras de álbum, solo que en medio de la naturaleza. Pacaya
Samiria es una reserva inundable, lo que quiere decir que durante el tiempo de
lluvia gran parte de la tierra de la reserva queda sumergida en agua. Cuando
nosotros fuimos no era temporada de lluvia, pero igual llovía bastante, pasamos
gran parte del tiempo observando aves desde el bote y recorriendo todos los
canales posibles. Fue emocionante cuando vimos a un ave hermosa como sacada de
Pokemón que tenía variedad de colores y dos antenas en su cabeza. Asimismo,
puedes avistar los delfines rosados, lagartos negros, monos y muchas más
especies de animales. Por la tarde, caminamos en la zona de amortiguamiento
durante más de una hora, avistamos, pero sobre todo oímos bastantes aves ya que
la vegetación es densa cuando haces trekking en Pacaya. Durante la caminata
también se puede observar insectos como hormigas bala (que te muerden y te
duele todo el día insufriblemente), tarántulas, termitas, así como mamíferos
que en nuestro caso fue solo uno: un sajino. Es más difícil avistar mamíferos
ya que como hacemos ruido al caminar, ellos detectan fácilmente eso y corren a
esconderse.
Por la tarde y hasta el anochecer
volvimos al río para avistar más aves. Casi al regresar nos atrapó la lluvia.
Mi equipo justo estuvo en medio de la intersección de dos ríos y las nubes de
lluvia nos circundaban. Era la primera vez que me pasaba algo así y podía ver
tan de cerca cómo es que llueve al otro lado de donde tú estás. Ese día
llegamos empapados al lodge con el tiempo apremiante por entregar el registro
de cuántas especies de aves pudimos avistar. Si mal no recuerdo, marcamos en el
registro más de ciento cincuenta aves. Lo mejor de todo el viaje fue ese día,
no por la competencia, sino por estar inmerso en la naturaleza.
Al día siguiente nos despidieron
con un rico desayuno en el lodge y fuimos hacia la ciudad para recibir los
resultados del concurso. Dentro de la sala de reuniones del hotel El Dorado,
gracias a Dios, mi equipo fue el ganador y recibimos nuestro trofeo. ¿Saben
cuál fue el plus? Sumado a que PromPerú nos recogió desde nuestras casas,
llevándonos y trayéndonos en avión, además el avión de Iquitos a Lima tuvo un
retraso, así que la aerolínea lo compensó con una estadía en el hotel Sheraton
para tres personas que no éramos de Lima. Fue estupendo. El Sheraton es genial,
incluso tuvimos buffet gratuito.
Si tienes alguna pregunta no
dudes en dejar tu comentario o contactarme.
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