Trujillo, 29 de diciembre de 2016
Los primeros capítulos de los catorce en total son menos
atractivos de lo que resultan los de la última mitad. Sin embargo, el resultado
total –como suele suceder– es mejor que la unión de todos los capítulos. La
trama se desarrolla linealmente, pocas veces se abren temas paralelos no
relacionados o que convergerán al final. La revolución comunista con la cual ni
los propios “revolucionarios” se sientes identificados es, creo yo, el tema más
importante de la novela Todas las Sangres. Obviamente, son varios temas
importantes sobre los que trata la historia que gira alrededor de los Aragón de
Peralta, Rendón Wilka y la gran Compañía de Minas Aparkora. Trataré de explicar
algunos de los temas que yo considero más importante, en orden cronológico de
ser posible.
Muy opuesto a su hermano Bruno, don Fermín Aragón de Peralta
es un empresario visionario que, a costa de aprovechar a la gente y obtener
beneficios propios, quiere mejorar el Perú, industrializándolo, promoviendo la
minería, tecnificando la agricultura y aumentando la ganadería. En un principio
la ambición del gran señor es lo que llama la atención, pero él la justifica asegurando
que reinvertirá su dinero en las actividades de producción, pagará mejores
salarios y educará a la gente humilde porque de otra manera no se podrá tener
gente capacitada con aspiraciones que hagan mover el comercio en el país.
Quiere que los indios y, en general, los habitantes de la sierra, se contagien
del espíritu emprendedor y comercial de la gente de Lima y, si es posible, del
extranjero. A su modo quiere hacer un Perú para los peruanos. Casi todos sus
planes terminan como él quiere que terminen, excepto el más importante en
principio que es la venta de la mina al consorcio Whister and Bozart, de la
cual solo obtiene el 20% en acciones, sin opción de solicitar más porque lo
acorralaron totalmente. Con el dinero obtenido, moderniza su empresa y brinda
mayores beneficios a los trabajadores que en su mayoría son indios.
Los clásicos hacendados como don Bruno, el cholo Adalberto
Cisneros y don Lucas, significan la renovación de la antigua sociedad feudal
pero que aún continua con las viejas tradiciones hacia los indios, tratándolos
como posesiones y no como personas. Son, en general, creyentes de que la
doctrina religiosa hará que sus indios los vean como superiores y no se atrevan
a sublevarse, eso sumado a los crueles castigos con los que los reprimen. Todos
son señores ricos, dueños de grandes tierras y que poseen mucho respeto entre los
vecinos del viejo pueblo de San Pedro y también alrededor de la provincia. A
pesar de todo esto, don Bruno empieza un cambio en su actitud luego de la
muerte de su padre, el avance minero de su hermano y la muerte de su madre, que
lo hace acercarse mucho más a los indios, tratándolos como personas con
pensamiento relevante y con calidad humana superior a los señores o
personalidades capitalinas, debido a que poseen el espíritu de Dios y del
Pukasira que los hacen brillar entre las personas y sentir el espíritu de las
bellezas naturales. Siendo bastante influenciado por Rendón Wilka (mutuamente
influenciados), brinda beneficios a sus indios y comunidades indígenas
independiente que le generan ojeriza por parte de los otros hacendados, que le
declaran rivalidad y, si es necesario, la muerte. Al final del libro don Bruno
se da cuenta de que la revolución de los indios es inevitable y los apoya
decididamente, por lo cual mata a don Lucas, hiere a su hermano y encarga a
Rendón Wilka todos sus bienes. El cholo Cisneros no quiere aceptar el cambio,
reprimiendo mucho más a sus indios, lo cual le hace merecedor del castigo y
expulsión de sus propias haciendas. Al final del libro entiendo que la hacienda
clásica es derrotada.
Un personaje más contemporáneo está representado por el
consorcio Whister and Bozart. Es la firme figura del capitalismo que,
valiéndose de todas las herramientas posibles legales o no, quiere extraer el
máximo provecho de la mina Aparkora descubierta por don Fermín. A este lo
anulan completamente ya que le quitan cualquier posibilidad de asociarse con
empresarios, pedir préstamos a bancos o solicitar ayuda con personajes
políticos. En principio está representado por el ing. Cabrejos, quien realiza
su tarea de ayudar y traicionar a la vez a don Fermín, sobornar a los vecinos
líderes de San Pedro y dejar todo listo para la compra de la mina. Muere a
manos de una señorita que venga la muerte de un pretendiente sobornado por él. Los
líderes del consorcio solo buscan beneficios económicos en la mina, no les
importa el desarrollo de la comunidad, solamente el avance necesario mínimo al
cual se ven obligados debido a que deben pagar buenos salarios y realizar
grandes obras civiles, lo que pretenden es mantener a la comunidad serrana e
indígena en el menor desarrollo posible para que puedan ser dominados y
explotados de una manera más sutil. Aparkora resulta ser una gran ganancia para
ellos y solo un pequeñísimo reto por las barreras sociales a las que se
enfrentan al principio. Al final del libro se habla de una huelga y revuelta
liderada por Rendón, pero que a mi parecer terminará por ser asfixiada ya que
la compañía tiene enlaces políticos grandes que harán lo posible para mantener
felices a los grandes empresarios y a sus propios bolsillos hambrientos.
Finalmente, y mucho más importante, la representación humana
de todo ese sufrimiento, represión, aprendizaje y rebelión indígena es Rendón
Wilka. En un principio quiso adaptarse a la comunidad de señoras yendo a la
escuela, pero fue expulsado injustamente. Pasa tiempo en Lima dentro de
barriadas en las cuales se acusaba de comunistas a todos aquellos que cuestionasen
los beneficios injustos que tienen los poderosos y el sufrimiento de la
población pobre. Regresa a San Pedro con la consigna de liberar a su pueblo del
moderno esclavismo que sufría. Consciente de sus limitaciones como indio, se
une en principio con don Fermín para liderar a los doscientos indios enviados
por su hermano y treinta más que siguen a Rendón. Descubierta la veta de plata,
Rendón se une con don Bruno para desde allí ayudar a los pobladores de
Paraybamba y a los indios de los hacendados. Logra que todos los indios estés
unidos en presencia o espíritu con su ideal de libertarse no solo de los
hacendados crueles sino después de la esclavitud a la cual podrían ser
sometidos por la Whister and Bozart. En él se acumulan con gran astucia todos
los sentimientos de tristeza e ira de los indios hacia los poderosos que los
han disminuido por muchísimo tiempo. Es junto a él también, que toda empresa
que inician, ya sea en la minería o en los cultivos, termina por ser muy
fructífera ya que se unen como nunca antes se ha visto ni verá para lograr el
bien común o seguir a su líder. Queda como albacea del hijo de don Bruno y
virtual dueño de la hacienda La Esmeralda. Finalmente, su fusilamiento por los
soldados enviados para reprimirlos nuevamente y dirigidos indirectamente por la
compañía minera, ojalá haya termina en un levantamiento que derrote las fuerzas
del “orden”, aunque, como escribí en el párrafo anterior, creo que sucederá lo
contrario.
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